A este proyecto le tengo especial cariño, mi primer muro legal con pintura plástica, tuve que solucionar muchos retos y echarle mucha cara al asunto. Fue todo un reto, sobre todo a la hora del encaje y los tiempos que me dieron para pintarlo, teniendo en cuenta las dimensiones: 10x3 metros.
Para añadirle dificultad al asunto, apenas tenía tiempo por culpa del curro y tuve que ir pintándolo con cuentagotas, exprimiendo el poco tiempo libre que tenía. Fue un agobio y un placer y me siento muy orgulloso del resultado. Se encuentra en el Sótano 1 del edificio de oficinas de Talent Garden en Madrid, cerca de la Estación Sur de autobuses.
“Nature is a silent killer” fue el título que le di a la pieza, un muro que habla de cómo la naturaleza siempre avanza y lo difícil que es permanecer inmóvil sin que a uno lo devoren.
Viéndolo ahora con distancia hay doscientosmillones de cosas que cambiaría, pero bueno, primer mural que hacía en mi vida con esas condiciones.